jueves, 19 de mayo de 2022

Relato Goblin – El Waaagh de Domatrolez (Parte I)

 A continuación os mostraré un relato ficticio elaborado por mí (Jesús "Farton") sobre el trasfondo de un personaje al que tengo mucho cariño. Trata sobre un Goblin, el auge y caída de su ejército. Al ser un relato extenso lo iré publicando en varios capítulos diferenciados para que los que estéis interesados podáis leer este trasfondo. ¡Un saludo y espero que os guste!

Relato Goblin - El Waaagh de Domatrolez (Parte I)

Los inicios de un rey

Miles son los relatos e historias que uno puede encontrar en las polvorientas bibliotecas de las grandes ciudades humanas, dentro de sagrados templos o incluso en el interior de laberínticas pirámides talladas en piedra en la propia pared. Éste es el método que varias civilizaciones han ideado a lo largo de los años para preservar su cultura y conservar rasgos inherentes a su propia raza, para de este modo extender su conocimiento a las generaciones venideras.

Sin embargo, otras razas menos civilizadas, bien por su falta de intelecto o por su brutalidad extrema, ni siquiera han planteado dejar evidencia escrita de su historia, sus hazañas, o las catástrofes a las que han tenido que hacer frente para no cometer los mismos errores de su pasado.

Es por esto que el siguiente relato que me dispongo a transcribir puede resultar de una importancia exorbitante, pues jamás antes nadie había encontrado rastro escrito de lo que parece ser un diario de guerra… pielverde…

El lugar donde tropecé con este húmedo recopilatorio de anotaciones envueltas en una capa de piel escamosa y atado toscamente con una cuerda roída no es relevante en estos momentos, pues lo realmente interesante es la información hallada en su interior. Este diario que ahora mismo sostengo en mis manos no está compuesto por hojas de pergamino como podríais pensar, las hojas son una suerte de pellejos arrugados que más se asemejan a una piel membranosa y flácida del interior de un animal o de alguna criatura, los caracteres escritos en esta carne se han marcado con sangre negruzca que ha quedado seca y el trazo es torpe y descuidado, lleno de tachones y garabatos, intentando imitar lo que podría entenderse como runas enanas, pero claramente desfiguradas y acompañadas por pueriles dibujos agregados a los textos.

No obstante, el valor de lo que aquí revela el diario es incalculable. Una muestra del pensamiento pielverde y su dedicación para el combate, la pura manifestación de las sucias artimañas que están dispuestos a llevar a cabo para conseguir lo que se proponen, un relato que quizá pueda mostrar que estos seres aparentemente carentes de cerebro y raciocinio no sean al fin y al cabo tan deficientes y majaderos como durante siglos los humanos hemos pensado.

He aquí que me dispongo a transcribir y comentar el diario de guerra del autoproclamado “Kaudillo Goblin Jefe Único e Inzuperable Mandamás” Farton Domatrolez.

Farton es probablemente uno de los más "aztutoz" goblins que han habitado las Tierras Yermas y los Reinos Fronterizos. De no serlo, sería muy difícil de explicar cómo este enclenque goblin de piel verdosa y manchas amarillentas consiguió autoproclamarse Kaudillo Rey de un temible Waaagh creciente que asoló toda la cuenca este del Río de la Calavera hasta El Valle de Telarañas, este pequeño y agreste territorio de los Reinos Fronterizos era conocido por los pieles verdes de las zonas como "Royo'Odrega", tal y como aparece en las anotaciones del propio Farton.

Farton Domatrolez portando un estandarte de guerra

Al parecer, Farton no destacaba por su fortaleza física, pero sí por su habilidad militar y su genialidad estratégica en la batalla. Rara vez entraba en combate (lo cual le permitía seguir con vida), pero sí controlaba el terreno sobre el que se desplegaban las batallas y llenaba de trampas y emboscadas a sus enemigos en el desarrollo de las contiendas.

La astucia de Farton y sus exitosas incursiones le fueron otorgando prestigio y poder dentro de las diferentes tribus de pielesverdes, las cuales, tras observar las victorias cosechadas por el ejército del Kaudillo Goblin se fueron anexionando a su ¡Waaagh!

Sin embargo, sería de ilusos pensar que la mayoría de orcos seguirían ciegamente a un "debilucho" y "diminuto" goblin en batalla, y esto era algo que el propio Farton sabía.

Según parezco entender, el mismísimo Farton se encargó personalmente de buscar entre sus tropas al más fiero y sanguinario de los Jefes Orcos de las tribus cercanas, un imponente orco conocido por los pielesverdes como Manh’ute Masticacráneoz. Y una vez más usando su astucia con la ayuda de su fiel chamán goblin, al que los textos hacen referencia como Sparz Piñopicao, consiguieron agasajar al gran bestiajo verde con un espectáculo mágico y pirotécnico. En dicha demostración, Piñopicao empezó a convulsionar mientras preparaba una asquerosa marmita de un líquido verdoso que no soy capaz de comprender ni transcribir. Pero al parecer, de la olla emanaba un humo aceitunado que representaba a una impía deidad de los pielesverdes a la que hacían referencia y llamaban ambiguamente Gorko o Morko, sin establecer diferencias aparentes entre ambas, como si no supieran referirse correctamente a su diabólica y perjudicial omnipotencia.

Chamán Goblin Sparz Piñopicao

Tras la exhibición pirotécnica y taumatúrgica, Farton y Piñopicao ofrecieron una cesta con unos hongos (de los cuales jamás había escuchado hablar antes) como obsequio al Gran Jefe Orco. Al parecer, estas setas imbuían algún tipo de aturdimiento venenoso, pues consiguieron dejar prácticamente atontado al Jefe Orco, el cual, a pesar de mantener su fortaleza física, parecía embobado y drogado, según cuenta el fragmento húmedo de pergamino que intento desencriptar. De este modo, aprovechándose de la situación, Farton convenció al enorme orco de que se uniera a su ¡¡Waaagh!! para seguir cosechando éxitos en batalla y de este modo obtener más setas como recompensa, tal como Gorko o Morko "habían profetizado" (falsamente).

Fue así que el Jefe Orco accedió, convencido de la visión de sus dioses y fuertemente dependiente del consumo de esas extrañas setas, tremendamente adictivas. A partir de ese momento, Farton rebautizó a Manh’ute Masticacráneoz como “Manh’ute Sesozeco", su segundo de a bordo.

Manh'ute Sesozeco

Ahora, con la ayuda de un Gran Jefe Orco al lado de Farton ningún otro orco de ninguna otra tribu se atrevería a desafiar al Kaudillo Goblin, puesto que por muy poco inteligentes que sean los pieles verdes, hasta la más estúpida de estas malignas criaturas sabía que desafiar a Farton suponía tener que enfrentarse a Manh’ute.

No obstante, el ansia de poder de Farton era insaciable. Le hacía falta dar un paso más para aumentar su ¡¡Waaagh!! a pesar de controlar y "reinar" sobre las tribus de los Ojos Torzíoz, los Piez Zuzios, los Muerde Ezpinaz y los Adoradorez de la Luna Roja. Todavía seguía habiendo mucha anarquía dentro de sus tropas y las peleas eran constantes. Controlar la animosidad al parecer no resulta una tarea fácil y se tornaba cada vez más complicada cuanto más grande se iba haciendo su ejército.

Continuará…

Los tres personajes junticos, referentes en mi creación de listas



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